EL EQUIPO

Nuestros fundadores

 

Remi y Ashley se conocieron en junio de 2016, en la selva amazónica de Iquitos, Perú, mientras profundizaban sus estudios de curanderismo tradicional shipibo. Durante la luna llena, en el solsticio de verano de 2017, se casaron espiritualmente y comenzaron un nuevo camino juntos. En la búsqueda por vivir la síntesis entre su fe y sus prácticas de sanación, compraron 10 ha de prístina selva maya en Quintana Roo, México, donde construyeron Kumankaya. Su sueño es facilitar la reconexión del individuo con su ser espiritual, no predicando su fe o conocimientos, sino viviendo con verdad las enseñanzas que consideran fundamentales.

Remi

Remi nació en un pequeño pueblo de los Alpes franceses, en el sur de la Provenza. Cuando tenía poco más de veinte años hizo votos monásticos y se dedicó...

Ashley

Ashley nació en Estados Unidos, en la región del medio oeste. Recibió su Doctorado en Literatura Británica y Americana del Siglo XX, y una Maestría en Literatura...

Camila

Camila es el primer punto de contacto con nuestros huéspedes. Nació y creció en ciudades andinas donde estudió Comunicación Social. Lleva varios años viajando y...

Patrick

Patrick nació y creció en los Países Bajos, donde su creatividad vibrante lo llevó a explorar diferentes campos de la comunicación visual. Ha estado creando obras...

Sofia

Sofia fue nuestra primera opción como nueva facilitadora de Kumankaya. Viene de la Bahía de California y se graduó en la Universidad de San Francisco en Economía...

Jesús

Nuestro primer Jesús y el trabajador más antiguo de Kumankaya. Nació en un pequeño pueblo llamando Camora Michacán, donde vivió la mayor parte de su vida...

Annanias

Annanias nos acompañaba desde mediados de 2020, desde cuando visita Kumankaya todas las semanas para ofrecer sus maravillosos masajes. Él viene de una...

Don Fidenzio

A excepción de la cabaña de madera, Don Fidenzio ha construido toda la infraestructura de Kumankaya. De hecho, al terminar la maloka, nos dijo que...

Consuelo

Consuelo nació en la Ciudad de México y se mudó a Yucatán cuando tenía 17 años. Vivió en Cozumel por una larga temporada y allí aprendió a hablar inglés, mientras...

Jesús

 Probablemente, Jesús será la primera persona de nuestro staff que conozcas, ya que es nuestro conductor y te traerá hasta Kumankaya. Además, es quien nos ayuda con...

CONOCE A LA FAMILIA

Yoda

Yoda se toma muy en serio su rol de protector de la familia. Es bastante serio, pero una vez que toma confianza, es todo un amor. Al inicio es tímido y un poco nervioso, así...

Ina

Ina es la hermana de Yoda y es pura dulzura. Se necesita mucho para emocionar a esta chica, pero le encanta dar largos paseos por las tardes. La mayoría de las veces...

Latte

Latte siguió un día a un grupo de trabajadores a Kumankaya y nunca se fue. Es un poco nerviosa, pero extremadamente dulce e inocente. Es la única...

Daisy

Daisy es nuestra importación estadounidense. Ha acompañado a Ashley durante 15 años y la trajeron desde Illinois a México. Tiene artritis y apenas puede moverse...

TESTIMONIO

  • Han pasado 10 meses desde que estuve en Kumankaya y todavía estoy aprendiendo y expandiendo la experiencia. Fui recibida por el cálido abrazo de la selva de Quintana Roo, y la intención del corazón de Ashley y Remi de apoyar mi sanación. Allí conocí a sus amables amigos locales, quienes ayudaron a crear ese espacio profundamente sagrado y me permitieron sentirme como en casa. Allí pude soltarme y ser yo mismo, mientras me conectaba con la naturaleza y con la medicina de la abuela. Me sentí completamente apoyada, segura y cuidada por Ashley y Remi. La dieta de la planta era tan pura, saludable e, incluso, sabrosa. Sentí el cambio en mi cuerpo al tornarse más ligero, limpio y ágil, y el yoga en las mañanas con Ashley también era terapéutico. Las noches sin mosquitos en la hamaca leyendo o reflexionando fueron muy tranquilas. La información que recibí con la medicina, así como la ayuda de Ashely y Remi, sigue grabada en mi corazón. Estoy profundamente agradecida por todo lo que ofrece el espacio en Kumankaya.
    Diana