En Kumankaya puedes disfrutar unos días de restaurador descanso en medio de esta selva vibrante y de nuestras instalaciones amigables con el ambiente. Nos enorgullece el estilo ecléctico de nuestras estructuras, que combinan el conocido bungalow con la arquitectura tradicional de la Riviera Maya. Para nosotros es muy importante trabajar con constructores mayas, honrando de esa manera el linaje de esta tierra. Es así que, casi desde que iniciamos la construcción del Centro, hemos trabajado con el mismo equipo de albañiles mayas, quienes han erigido la mayor parte de nuestras estructuras.
Mantente conectado con tus seres queridos. Contamos con WiFi gratis para comunicaciones básicas.
Para visitarnos debes volar al Aeropuerto de Cancún. Coordinamos tu transporte público o privado a Kumankaya.
La casa principal cuenta con energía solar durante todo el día para cargar equipos pequeños.
Todas nuestras construcciones son elevadas y esa es una de las razones por las que elegimos el nombre de Kumankaya, inspirados en la leyenda shipibo del místico pueblo volador de Kumankaya. Decidimos levantar las estructuras a unos metros del suelo porque esto las hace más frescas, la vista es mejor y, por supuesto, hay menos insectos. Además, el terreno cuenta con lomas rocosas naturales que nos permitieron elevar las cabañas naturalmente.
Nuestro bungalow de madera fue construido en el estilo mexicano de cabaña de troncos. Cuenta con dos habitaciones —cada una con hamaca y escritorio—, un baño compartido central y una sala de estar. Los otros dos bungalows están construidos en el estilo moderno de la Riviera Maya, con pisos de cerámica, paredes de estuco blanco y techos de paja, conocidos localmente como palapitas. Ambos tienen baño privado, escritorio y terraza privada con hamaca.
Por su lado la maloka, nuestra querida casa ceremonial, fue construida de tal manera que la entrada está situada en dirección al este. Es la estructura más alta, ubicada al frente o directamente al oeste de la casa principal. Puede acomodar entre 12 y 14 personas y cuenta con un puente que conecta al área de baños, donde hay dos baños privados, dos duchas privadas y un lavabo compartido. Hasta el momento, ni la maloka ni las cabañas cuentan con electricidad, pero después de pasar una noche bajo el cielo nocturno de Yucatán, no te hará ninguna falta.
Sabemos que nuestra tierra y alrededores aún están por descubrirse. En el futuro, nos gustaría abrir una entrada al cenote (piscina natural subterránea de agua dulce) sobre el cual se levanta la maloka, construir un temazcal, aumentar nuestro alcance de energía solar y construir más cabañas e instalaciones para acomodar grupos más grandes y mejorar la calidad de vida en Kumankaya. Mientras lo hacemos, seguiremos con nuestros esfuerzos por tener instalaciones lo más ecológicas posible, hechas de manera tradicional a la vez que brindan comodidades modernas mínimas .
¡Estamos muy orgullosos de Kumankaya y estaremos encantados de compartirlo contigo!
En la casa principal de Kumankaya hay una cocina comunal al aire libre y una sala de estar, ambas abiertas en todo momento. Allí pueden relajarse, compartir con otros huéspedes y calentar agua para preparar té o café (el tipo de bebidas depende del retiro). Además, siempre habrá frutas disponibles, que también dependerán del tipo de retiro (algunos requieren dietas estrictas).
Para los retiros de plantas medicinales, el comedor al aire libre es también donde se servirán las comidas, que en dicho caso consisten en avena, arroz, quinua, frijoles, lentejas, pasta sin sodio, tortillas de maíz sin sodio, tilapia, plátano, yuca, papas, manzana y banano. Los participantes serán notificados del horario de comidas a su llegada o durante la planificación. Por lo general, durante los retiros de plantas medicinales el desayuno se sirve alrededor de las 10 am y la cena a las 4pm. En los días de ceremoia, el desayuno se sirve alrededor de las 9am y el almuerzo a la 1pm. No habrá cena en las noches de ceremonia y en esos días pedimos que la última comida (por lo general fruta) sea máximo a las 3pm. Para retiros de medicina que no incluyan dieta de planta maestra, crearemos un horario y un menú basados en las restricciones dietéticas y las actividades diarias planificadas.
Vivir en la selva nos ha permitido entender, ahora más que nunca, la delicadeza de este ecosistema. En Kumankaya nos reconocemos como parte de un hábitat rico y diverso y, en consecuencia, hacemos lo posible por mitigar nuestro impacto en el mismo. Para nosotros, esto significa usar solo lo recursos que necesitamos, crear oportunidades para ser tan autosuficientes como sea posible y minimizar nuestro consumo y desechos. De esta manera, podemos vivir en equilibrio y gratitud con la naturaleza que nos rodea.
Nuestro Centro se encuentra dentro de 11 ha de selva maya. Sin embargo, una vez que terminemos de construir nuestras instalaciones, habremos ocupado e intervenido en menos de un cuarto del terreno. Es así que, un aproximado de 8 ha se mantendrán intactas y exclusivamente para la protección y conservación del entorno. Recientemente, nuestro único vecino y anterior dueño del terreno registró parte de la selva circundante en un programa de conservación edl gobierno local. En dicha área se ubicaron cuatro cámaras con sensores de movimiento que hasta el momento han logrado filmar jaguares, pumas, jabalíes, venados y armadillos, junto con otros tipos de pequeños roedores. ¡Estamos felices de contribuir a la conservación del hogar de tan majestuosos seres!
Nos esforzamos por ser lo más autosuficientes posible. Contamos con energía solar para el funcionamiento de aparatos indispensables y nuestro pozo tiene acceso a una fuente de agua pura y muy rica en minerales. De hecho, no hay ríos sobre el suelo en la península de Yucatán; todos los ríos de agua dulce son subterráneos y, debido su lecho de roca caliza porosa, constituyen algunas de las aguas más limpias y nutritivas del planeta. Al construir nuestro pozo aprovechamos dos sistemas fluviales que alimentan una bomba a 14 mts de profundidad. Y, aunque en este momento no podemos beber de esta agua porque los minerales pesados son difíciles de procesar para el cuerpo, en el futuro construiremos un sistema ecológico de filtración para que podamos beberla libremente.
Por otro lado, hemos cultivado diversas plantas comestibles que requieren de nuestro cuidado diario. Con emoción vamos siendo testigos del florecimiento de árboles de mango, papaya, plátano, aguacate, limón o manzana, y de otras plantas como piña, batata, macal, jícama, tomate, chile, brócoli, sandía, melón, calabacín, chaya y mucho más. Además, hemos plantado numerosas hierbas medicinales como romero, ruda, moringa, albahaca, cúrcuma, jengibre, árnica y cilantro, y estamos creando nuestros propios jardines de plantas maestras. Nuestra meta es producir un 80-90% de la frutas y verduras que se consumen en Kumankaya. Por el momento, lo que no podemos obtener de nuestros jardines, lo compramos en el mercado local.
En cuanto al manejo de desechos, tenemos un pequeño sistema que iremos puliendo con el tiempo. Sabemos que todo los productos de limpieza y cuidado personal que utilizamos terminan en nuestra fuente de agua, por lo que, en la medida de lo posible, optamos por alternativas biodegradables o de origen vegetal y te pedimos que hagas lo mismo durante tu visita. Además, colaboramos con el centro de reciclaje de Felipe Carrillo Puerto donde reciben latas, metales y plásticos, y tratamos de quemar desechos como cartón, papel común y papel higiénico. Nuestros desechos orgánicos van a una composta y también tenemos un método de bajo impacto para reciclar los desechos humanos: un biodigestor que filtra el agua y compacta los sólidos. Cada seis meses, limpiamos los contenedores y utilizamos estos desechos como fertilizante para nuestros jardines no comestibles. Y aunque a veces el biodigestor emite olor a azufre, es una forma eficiente de reciclar este tipo de materia.
Estamos constantemente aprendiendo cómo vivir en armonía con nuestro entorno. ¡Esto es solo el comienzo!